Sex shops: los más beneficiados de la pandemia

El aislamiento social, preventivo y obligatorio impidió los encuentros íntimos pero incentivó el autodescubrimiento.


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Como bien es sabido, la eterna cuarentena en Argentina agravó aún más la crisis económica. Con la imposibilidad de abrir las puertas al público, muchos comercios tuvieron que cerrar ante la falta de ingresos y altos impuestos, lo que condicionó su subsistencia en espacios físicos. Otros pudieron reinventarse y adaptar su negocio a las nuevas plataformas virtuales para poder continuar operando en el mercado. Tal fue el caso de los sex shops, quienes se mostraron firmes y hasta tuvieron un incremento de ventas online del 200% respecto del año 2019.

Anillos vibradores, succionadores, dilatadores, geles íntimos, piedras energéticas, masajeadores eróticos de distintos tamaños, colores y también, en versión digital. Las ventas de juguetes sexuales se triplicaron y los usuarios no sólo fueron los solteros sino también, las parejas. “Hubo muchos primerizos en la compra de sex-toys”, cuenta Francesca Gnecchi, dueña de un sex shop ubicado en microcentro y diplomada en sexualidad. Según ella, “no hay un ideal en el mundo de los juguetes sexuales sino que hay que tener en cuenta lo que a uno le da placer”.

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El confinamiento significó una medida para impedir la propagación del coronavirus, pero también, una oportunidad para autoconocerse; una de las claves según expertos, para mantener una vida sexual plena durante la pandemia.

Una de las guías para las relaciones sexuales creadas por el Departamento de Salud de Nueva York menciona: “Eres tu pareja sexual más segura. La masturbación no propagará el covid-19, especialmente si te lavas las manos (y cualquier juguete sexual) con agua y jabón durante al menos 20 segundos antes y después de tener relaciones sexuales”. 

En ese sentido, la cuarentena no solo supuso repensar la forma en la que nos relacionamos, nos comunicamos -con el otro y con nosotros mismos-, sino empezar a cuestionar tabúes y a explorar nuevas formas de disfrutar la sexualidad, así como reflexionar sobre el consentimiento en las relaciones.

Hasta hace unos años no se conversaba tanto acerca de la masturbación femenina ya que era una práctica más bien de los hombres. Hoy, la mirada peyorativa hacia la mujer está empezando a cambiar. 

Es importante destacar que el uso de juguetes para la autosatisfacción es normal como también, es normal no utilizarlos. Ambas decisiones son totalmente personales y respetables. 

Ya no se trata de un consumo secreto -la mayoría de los sexshop ya no están escondidos en una galería-, ni tampoco en solitario -cada vez son más las parejas que deciden incorporar accesorios eróticos a sus relaciones-.

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